Día tras día las múltiples pantallas que rodean nuestra vida nos muestran indignos ejemplos de la actividad deportiva: malas artes, engaños, violencia, corrupción, fanatismos,... En la mayoría de ocasiones no se trata más que de un fiel reflejo de la peor cara de nuestra sociedad, que lógicamente también salpica al ámbito deportivo.
Pero por fortuna no todo es así. Al igual que en la sociedad, en el deporte son numerosos los ejemplos que deberían despertar en todos nosotros la admiración y que pueden convertirse en ejemplo a seguir, ya que son una buena muestra de las virtudes que deben y pueden transmitirse a través del deporte en general. Estos ejemplos son menos conocidos y difundidos por televisiones y redes sociales, ya no son menos escabrosos, menos llamativos y morbosos (y por tanto, para muchos, menos interesantes).
Por eso quiero aprovechar esta última semana de clase para mostraros un vídeo que he elaborado personalmente y en el que intento mostrar esa otra cara del deporte, la verdadera, la que debe enseñarse y mostrarse, la que debe servir de ejemplo, la que está cargada de virtudes y valores que pueden y deben guiar cualquier vida y de la que se extraen enseñanzas para nuestro día a día en cualquier ámbito. Como educadores, debemos defender una Educación Física que se sustente en dichas enseñanzas, ya que debemos tener siempre muy presente que antes que a abogados, ingenieros, dentistas, agricultores, electricistas, policías,... antes que todo eso, formaremos a personas que deben llevarse de la escuela al menos un bagaje humano básico que les permita desenvolverse y construir una sociedad justa, integradora e igualitaria. La Educación Física y el deporte en general (en contra de lo que muchas veces se nos muestra) pueden ser una gran herramienta para la transmisión de estos valores. Espero que os guste el vídeo:
